los jartibles que quedaron en la pestiñada

¡Hola jartibles!
Lo primero es agradecerles a la Rubia y al Choli que nos dejaran hacer los pestiños en su casa. ¡Qué decir de estos pedazos de anfitriones! Pues todo es poco, la verdad. Qué lindo son los dos: lo fina y elegante que es ella, con los trajes de largo con los que se vestimenta en las anfitrionadas, con sus tocados y recogidos de cabello. Y él, con su gran pollón (eso lo dice él, claro), siempre risueño y hablador, aunque un poco mal educado, ya que más de una vez se le escapa algún que otro taco como ¡joé! ¡qué pasa pisha! ¡cojones!... La verdad es que no le pega nada a esa finura de mujer ¡carajo!
Bueno, podríamos estar aquí en el ¿bloc?, ¿blucker? ¿boletín oficial de la junta de andalucía? ¿Cómo se llama ésto, me cago en la leche?, pues eso, que son los dos muy lindos, muy buena gente... Aunque ella al final se puso un poco pesada para que se quedara alguien a tomarse una copita, sin darse cuenta que lo que estaba era obligando a la gente a hacer algo que a lo mejor no le apetecía. Por lo que en nombre de la jartible de la Rubia pido perdón al personal que haya sufrido dicho coñazo.
Y a continuación, comentaré un par de cosillas para no perder mucho tiempo, porque, no sé si lo sabéis que estoy estudiando las oposiciones. Que no, qué raro, yo creía que os lo había dicho. Ahora estoy con el tema Estatuto Marco de Personal Estatutario (II) y Su Puta Madre (MCDIII). ¡Qué pesá eres Rubia, chocho!
Empezamos la tarde con la llegada de Juan y su puñetera madre (Adelina), con el saludo habitual de 2 besos, y en el caso de Adelina llamando a la anfitriona (esa tan fina), ¡putona!, con lo cual dicha anfitriona bajo los efectos de sorpresa y a la vez decepción, se desvaneció. Ya luego la pobre Rubia se recuperó con un par de chupitos de anís (no del mono, sino de la sofía mazagatos). Nos tomamos un cafelito, ya que Juan necesitaba medio almacén de su tocallo Juan Valdés, porque tenía un resacón... ¡El hijoputa! Llegó la Pepa (y no Mª José, porque ésto no lo va a leer, sino enseguía), y cafelito al canto. Y fueron llegando la gafita, el ojo de diamante, la inmis, la larga, la beli con el mamé, el kino y la charini (embarazada: ¡guapa!), lucía (pedazo de niña), y al final la psico con el lui. Espero que no se me olvide naide.
Estuvimos amasando y friendo los pestiños, con las correspondientes broncas de la adelina hacia la Rubia, que sumisa y llorosa, por el respeto que le tiene a una persona tan mayor como la subodicha, no le replicaba ni le contestaba. Es más, la pobre Rubia siempre estaba con la cabeza gacha en un constante sinvivirenmí. Pero bueno, se lo perdona todo, porque LOS PESTIÑOS ESTÁN DE MUERTE, y aparte, yo creo que en el fondo se quieren. Es el mismo caso que la relación entre dicha Rubia y el petardo de Emilio. Si si, ese que tiene ojo de diamante y es un peaso sieso.
¡Ah! Y antes de despedirme, recordar para lo que no lo sepan, que la comida de casa de Rubicholi está suspendida por falta de espacio en la cueva de mariamoco, y se hará en "El Dorado", sito en la calle Abreu.
Jartibles, ahí queda eso para que sigáis vosotros comentando con unas arretratauras. Besitos para vds. de Rubicholi.